Y llegó el día...

En el día del tercer cumpleaños de mis hijas, el regalo lo he recibido yo. Ya tengo la ansiada plaza de maestro después de 8 años y 5 convocatorias intentándolo!!! 

En estos momentos me acuerdo de todas las horas delante de los apuntes, de todas las horas de experiencia acumulada y de todo el tiempo y energía dedicada a conseguir lo que siempre he querido: ser maestro.

Ahora me acuerdo de todas aquellas personas que me han ayudado a alcanzarlo, y quería dedicaros unas líneas en este día tan importante:

A mi madre y a mi padre (maestro-albañil), porque vosotros habéis sido mis mejores maestros. La educación empieza en casa y de vosotros siempre he recibido el apoyo y la ayuda necesaria para conseguir aquello que deseaba. Gracias por todo lo que habéis hecho para que yo sea feliz y haya llegado hasta aquí. Al final, las tropecientas exposiciones de la programación de este año han tenido su recompensa.

A mi hermano, que como ya te dije siempre voy a estar ahí para lo que necesites. Contigo empecé a hacer de maestro y a educar, y has sido y serás mi alumno favorito. 

A mi mujer (maestra), porque sin tu ayuda esto no hubiera sido posible. Ha sido tanto lo que me has aguantado... y no ha habido día que no recibiera tu apoyo: me has sacado una sonrisa en los momentos más difíciles, me has sacado a flote en los momentos que me costaba ver la luz y me has repetido hasta la saciedad que lo iba a conseguir. Aquí lo tienes. Gracias. Te quiero.

También acordarme de tu familia (suegros y cuñado), que me han tratado como a uno más y me han apoyado en este largo camino.

A mis hijas, el motor de mi vida, las que sin quererlo habéis sufrido muchas horas de mi ausencia. Gracias a vosotras estoy aquí, aún me acuerdo el examen de 2015 y ese dolor de cabeza insoportable que tenía. Pero allí lo intenté y lo hice pensando en vosotras... y me sirvió para seguir trabajando y hoy poder dedicaros y regalaros esta plaza. ¡Feliz Cumpleaños! Os debo un viajecito. 

En el futuro espero que podáis aprender que para lograr un sueño hay que esforzarse y luchar por ello. 

A mis amigos, desde aquellos con lo iba al cole (David y Óscar) y con los que sigo manteniendo una bonita amistad, pasando por algunos compañeros que he conocido en los campos de futsal y acabando por Gete y Ángela (maestros), quienes estoy seguro que os habéis alegrado casi tanto como yo por esta noticia. Espero seguir teniendo vuestra amistad y además que podamos compartir proyectos dentro de las aulas. Os debo una cena!! 

A mis compañeros de trabajo, sois tantos los que habéis pasado por mi vida educativa que no podría nombraros a todos. Pero sí quiero acordarme de aquellos que me habéis dado consejos, que hemos compartido experiencias y risas, y que habéis hecho de mí un maestro mejor (Tere, Emilia, Ana, Raquel, María, Chelo, Jota, Eduardo, Susana, Marieta, Marta, Celia... etc.).

A Marisa Barrios (mi maestra), mi tutora del cole y que espero que algún día pueda leer esto. Porque de los buenos maestros no se recuerda lo que te enseñan sino como te lo enseñan. Y a ella sin duda la recordaré por el cariño con el que nos trataba. Espero ser la mitad de buen maestro de lo que fue ella conmigo. 

A mis antiguos alumnos... miles de ellos... 16 colegios a mis espaldas. Cada uno de vosotros ha aportado un pequeño granito de arena para que yo sea mejor maestro y haya podido conseguir el objetivo. Todos sois únicos e importantes pero está claro que los que más me han apoyado son mis niños del Itur y sus familias. Vosotros me decíais que lo iba a conseguir porque me lo merecía y aquí está. Gracias por estos dos años inolvidables, los últimos como interino. 

Espero no olvidarme de nada ni de nadie. Empieza una nueva etapa y seguiré con la misma motivación que lo he hecho hasta ahora. Esto de ser maestro implica una gran responsabilidad porque tocamos corazones, dibujamos sonrisas, construimos sueños, creamos ilusiones...

¡Qué se abran las puertas de las aulas... qué voy!!